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El ángulo español de WikiLeaks: un “centro de detención e interrogatorios” en plena base española en Irak (¿no encubrimos ningún abuso?)

Los documentos publicados por WikiLeaks también tienen un ángulo español. Poco a poco va saliendo. WikiLeaks compartió su exclusiva con un puñado de diarios del mundo –The New York Times, The Guardian y Le Monde- pero ninguno español (¡que pena! Estamos donde estamos). Por eso hemos tenido que esperar a su publicación para rebuscar lo que nos afecta. El diario El País publicó  el lunes (25) la primera historia. Escrito por Mariangela Paone y titulado  “El día más largo del Ejército español”, relata el hostigamiento que sufrieron las bases españolas en Irak – “Camp Golf” o Al Andalus, en Nayaf, y “Camp Echo o “F_G”, en la jerga militar estadounidense, en Diwaniya, cerca de Bagdad- a partir del 4 de abril de 2004. Según Paone, los ataques contra la base española fueron consecuencia de la detención por parte de EEUU –y sin aviso- de Mustafá al Yaqubi, lugarteniente de uno de los principales líderes de la insurgencia iraquí. En los archivos revelados por WikiLeaks se registran entre 16.00 y 22.20 horas varios ataques con granadas, tiros de mortero y armas de fuego de pequeño calibre. A las 17:45 se deja constancia de un ataque con mortero al que “una patrulla respondió disparando en la dirección de los atacantes”. Los archivos hablan de al menos 50 ataques más en la zona de Diwaniya y en las proximidades de las bases españolas. “Y en varios informes –dice Paone– aparecen al menos 45 ataques de morteros directos contra la base de Camp Golf: desde la batalla del 4 de abril los españoles entraron a diario en el punto de mira de la insurgencia”.

Sin embargo, parece que El País pasó por alto la historia más relevante. Mariela Rubio, de la Cadena SER, reveló ese mismo día (25) que los documentos militares informan de la existencia de un “detention facility” (un centro de detención) en la base española de Diwaniya donde regularmente eran trasladados los sospechosos de colaboración con la insurgencia para “interrogatorios en profundidad”. El artículo (“Detention facility”: centro de detención en Base España) recoge, en concreto, un informe del 7 de enero de 2004 que se refiere a una operación en busca de armamento que llevan a cabo las fuerzas de la coalición –no esta claro si españoles o estadounidenses-. No es la única referencia. El 11 de febrero de 2004, dos documentos revelan que dos supuestos insurgentes fueron arrestados en Diwaniya horas después de que una patrulla fuera atacada con una bicicleta bomba. “Los detenidos por la policía iraquí fueron transferidos (…) en Camp Echo (Base España) para seguir el interrogatorio”, dice.

En su edición de hoy, el diario Público –que no firma el reportaje-amplía esta información con más detalles y afirma que entre enero de 2004 y 20 de mayo de ese año, los documentos militares estadounidenses mencionan 122 veces la palabra “interrogatorio” o “interrogado” en relación con el centro de detención que existía en Camp Echo aunque no hay detalles sobre la forma en que se conducían estas sesiones, según reconoce el periódico. El artículo (Una base española en Irak sirvió de centro de interrogatorios) dice en relación con el incidente del 11 de febrero que ese mismo día dos blindados españoles cayeron en una emboscada en Diwaniya y como resultado del enfrentamiento armado con los insurgentes resultaron heridos cinco soldados españoles.

Entre abril de 2003 y mayo de 2004 que duró la misión de España en Irak, fallecieron 13 soldados. El Ministerio de Defensa no quiso comentar la información. Según la nueva ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, considera, por su parte, que la información “no afecta a España”. Mi pregunta sería: ¿estamos seguro de ello? ¿no encubrimos ningún abuso?

El fotógrafo Sergio Caro dice que las tropas españolas “no saben qué están haciendo” en Afganistán

El fotógrafo madrileño afincado en Sevilla Sergio Caro, quien ha hecho varios viajes a Afganistán de 2006 a 2009, ha destacado la dificultad de las tropas españolas para llevar a cabo su misión, sobre todo porque «no saben qué están haciendo».

Caro, quien ha publicado como freelance en Newsweek, Le Figaro, Paris Match o Financial Times, ha comentado que las reglas de enfrentamiento que tienen las tropas españolas «son súper confusas y súper débiles para ese tipo de conflicto tan duro» y se resumen en «disparar sólo si te disparan y, si disparas, es para huir».

Estas reglas, ha señalado, crean situaciones difíciles, porque «las tropas afganas se acercan a las tropas españolas, les hacen la logística, pero, cuando tienen un problema, los españoles no responden militarmente».

Los mandos españoles, ha relatado Caro, explican que su misión en Afganistán es sobre todo hacer «presencia» con los blindados en los pueblos para garantizar la seguridad, pero los afganos «llevan toda la vida dándose hostias como panes y viendo tanques». «¿Crees que con un rifle y un tanque los vas a asustar? Esa presencia es un absurdo», ha subrayado.

Caro ha viajado sobre todo por el oeste del país, donde se encuentran las tropas españolas, por localidades como Herat, Badghis o Farah, y ha seleccionado 74 fotografías, acompañadas de textos del periodista navarro David Beriáin, que se pueden ver desde hoy y hasta el 17 de noviembre en la sala de armas de la Ciudadela de Pamplona en la exposición «Afganistán en pie de guerra«, organizada con el apoyo de Instituto Promoción Estudios Sociales.

En sus viajes, Caro, ganador entre otros premios del Ortega y Gasset de 2006, ha podido comprobar que, en Badghis, «está habiendo manifestaciones de gente del pueblo contra las tropas españolas».

El Ministerio de Defensa, ha asegurado, «decía que allí no había talibanes, que sólo eran delincuentes los que atacaban, y ahora hay unas manifestaciones masivas contra la base española», en las que participa «la población descontenta», sobre todo a causa de «los errores de las fuerzas internacionales, que llegaron allí como salvadores del mundo».

En ese sentido, ha destacado que, desde la llegada de las fuerzas internacionales, «cada vez ha habido más gente descontenta y ahora se dice que en Badghis más del 85% de la gente está a favor de los talibanes».

«La gente responde al talibán, no va al Gobierno. Si tienen un problema, no van a ver al alcalde del pueblo, sino al mulá, al talibán o al que de verdad tiene el poder. Allí el poder es muy violento, la gente no apoya al que tiene más ideales, sino al que tiene más fuerza; es el monopolio de la violencia», ha explicado.

Esta visión, ha aseverado, se ha ido forjando tras décadas de guerras que han hecho que los afganos «sean como los espartanos; son gente dura, guerreros duros, que a los hijos los educan en la dureza. No tienen ni una cocina interesante, ellos comen lo mismo siempre. Su mentalidad es dura».

Estos diversos factores, ha resaltado Caro, hacen que el problema de Afganistán sea mucho más complicado de lo que suele pensarse: «Es un conflicto de señores de la guerra, de etnias, de intereses económicos, de rencillas de toda la vida, de religión».

De hecho, ha comentado, «allí se suele decir una frase que dice: ven a Afganistán una semana y escribirás un libro, ven un mes y escribirás un artículo, ven un año y no escribirás una palabra», porque cuanto más tiempo se pasa en el país «es cada vez más complicado» entender lo que ocurre.

Dónde: Sala de Armas de la Ciudadela – Sala de Exposiciones Municipal

Cuándo: Hasta el 17 de noviembre. De lunes a sábados de 18.00 a 21.00. Domingos y festivos de 12.00 a 14.00 horas.

El Periodismo y la Comunicación deberían formar parte de la nueva carrera militar

El presidente de la Asociación de Periodistas de Defensa, Manuel de Ramón, solicitó la introducción de Periodismo dentro de la nueva carrera militar y la creación de un nuevo cuerpo militar dedicado a la comunicación social en las Fuerzas Armadas, comparable a las unidades de medicina o ingeniería, en el transcurso de la segunda jornada del XVIII Curso Internacional de Defensa de Jaca. Ambas medidas, junto a la realización de cursos de periodismo militar impulsados desde las mismas Fuerzas Armadas serían de enorme utilidad y se circunscribirían dentro de la perentoria necesidad de transmitir «la imagen» del ejército, un concepto «esencial» en la sociedad de la información que es el siglo XXI «para cualquier institución o empresa». Otro problema actual destacado en la cobertura de conflictos militares, según de Ramón, es que «hay muy pocos periodistas dedicados en exclusiva a la información de Defensa» debido a los problemas financieros y de falta de tiempo de la prensa y al hecho de que a la vez, dentro de las Fuerzas Armadas, «tampoco hay buenos vendedores de noticias». En el mismo seminario, organizado por la Academia General Militar y la Universidad de Zaragoza, entre otros, el teniente coronel Manuel Carlos Rodríguez, del Gabinete del Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, explicó durante su conferencia «La estructura de comunicación en las Fuerzas Armadas», que la actual organización es demasiado rígida, lo que entorpece el trabajo de los periodistas, que necesitan decisiones rápidas para no perder las noticias. «La estructura de mandos, necesaria para otras funciones, a veces complica las relaciones con los medios. Además, la falta de personal conlleva la acumulación de funciones incompatibles», señaló. Rodríguez hizo un análisis crítico de la situación de los gabinetes de comunicación en el Ejército. «La comunicación ahora es de reacción, actuamos después de haber salido en los medios y esto provoca malentendidos«, dijo Rodríguez, que aboga «por que cada decisión militar vaya acompañada de un plan de comunicación» para darla a conocer a la sociedad. «El desconocimiento de lo militar por parte de los periodistas, sumado a algunos prejuicios mutuos que por fortuna se están perdiendo, condiciona unas relaciones complicadas, sobre todo porque los tiempos diferentes que manejan», resumió Rodríguez.

La transparencia informativa, único camino hacia el éxito en Afganistán

En los últimos días he asistido a dos seminarios sobre seguridad y defensa. El primero en Pamplona, organizado por la  UNED y la Comandancia Militar, y el segundo en Jaca, gracias al patrocinio de la Academia Militar General, la Diputación de Aragón y la Universidad de Zaragoza. En ambos se coincidió en una cosa: la crítica casi unánime del fracaso de la política de comunicación sobre Afganistán y la ausencia de transparencia informativa, enmascarada hasta ahora por los problemas de seguridad. Los conferenciantes militares, respetuosos con la cadena de mando, se limitaron a puntualizar que la política informativa es definida y fijada desde arriba por el Ministerio de Defensa pero la mayoría reconocen, como los académicos que un error haber optado por una estrategia reactiva y restrictiva. En mis intervenciones coincidí con estos planteamientos. La transparencia informativa en escenarios como Afganistán siempre es buena, aunque sea para reconocer que tenemos que cambiar. Las estadísticas muestran claramente que el respaldo popular a la misión ha caído en picado (solo un 20 por ciento la respalda) y es la misión en el extranjero con una opinión más desfavorable. La razón parece clara. Se trata de una misión peligrosa –nueve de cada diez españoles la percibe de esa manera- y su naturaleza está muy alejada de la ayuda humanitaria –las que más se apoyan-. Se ha perdido la gran oportunidad de los años buenos para hacer llegar a los ciudadanos la buena labor que España –civiles y militares- ha realizado allí. Hemos hecho muchas cosas importantes en Afganistán, mejorando el nivel de vida y de salud de la población autóctona, pero no se ha  comunicado a la opinión pública española cuando se debería haber hecho. Estoy convencido de que “no informar”, no es una opción de éxito. Aunque se estén viviendo situaciones difíciles, cuanto más criterio e datos tenga la opinión pública española, más podrá respaldar de forma estable el trabajo que se está haciendo allí y asimilar las noticias negativas que puedan llegar. De todas maneras, no podemos olvidar que parte del problema no es sólo que las fuentes oficiales no hayan hecho bien su trabajo (su obligación!) sino que los medios de comunicación españoles tampoco no se han esforzado por llevar a cabo una cobertura profesional y profunda del conflicto. Sólo el diario El Mundo mantiene una corresponsal permanente en Kabul, Mónica Bernabé, mientras que otros medios utilizan periodistas freelance que visitan esporádicamente la zona y se limitan a cubrir lo que pasa vía telefónica. Otro lastre para la comunicación es la decisión –¿de quién?- de que el liderazgo informativo de la misión corresponda a Defensa, y no al Ministerio de Asuntos Exteriores donde está encuadrada la AECID, el verdadero protagonista de los progresos en desarrollo que se han alcanzado hasta ahora. Ni siquiera se presenta anualmente un informe al Congreso sobre los programas puestos en práctica, a pesar de las decenas de millones de euros invertidos. Una de las asistentes al seminario de Jaca, me preguntó porque si la estrategia informativa del Gobierno no funciona, se cambia. Reconocí que no tengo una respuesta completa. Creo que, por una parte, no se quiere reconocer que se han podido equivocar y, por otra, por no encontrar el momento adecuado. En cierta manera es causa de lo que llamo “efecto Irak”. Es como si todos se hubieran enrocado en sus posiciones políticas de partido e incapaces de admitir que la transparencia es el único camino hacia el éxito. Sin ella y con más muertes en el horizonte –como se prevé-, el trabajo de los políticos (independientemente de su signo) por mantener las tropas será cada día más difícil.  No estoy de acuerdo con aquellos que –facilonamente- defienden la retirada inmediata. No tiene sentido abandonar sin haber establecido un gobierno medianamente responsable que evite que el país vuelva a ser foco y base de terroristas o déspotas que sobreviven subyugando todos los valores que dan sentido a nuestra vida.

Mikel Ayestarán y Mónica Bernabé nos revelen la actualidad de los militares y guardias civiles españolas en Afganistán

Casi todo esta inventado en Periodismo. Sólo falta tener el coraje y la determinación de acercarse a la noticia. Conocer lo que hacen las tropas y guardias civiles españoles en Afganistán es tan sencillo (y arriesgado) como ir a buscarlos e informar de lo que hacen día a día. La mejor muestra son los reportajes publicados hoy por Mikel Ayestarán, en ABC, y Mónica Bernabé, en El Mundo (os recomiendo que consultéis su blog “Afganistán, en guerra”). Basta con compararlos con los comunicados de prensa que publican los Ministerios de Defensa e Interior para ver la diferencia.  Lo más interesante de la crónica de Ayestarán, que esta en Qala-i-Now tras su gira por Irak, no es la revelación de la carta que el general Petraeus envió el cuatro de agosto al JEMAD español y en la que afirma que las tropas españolas están haciendo “un trabajo de contrainsurgencia extraordinario (superb, en inglés)” y agradecer la estrecha colaboración que mantienen con las tropas estadounidenses (quizá por eso tanto interés y felicitaciones de Washington). Lo mejor, más novedoso, es la descripción que hace del despliegue militar hacia el norte del contingente español que, dice, “va ganando protagonismo en la misión de ISAF”. Por ejemplo, señala que el movimiento de vanguardia de las tropas españolas les adentra en “zona cada vez más insurgente” y dice que “avanzan por dos rutas diferentes hacia el objetivo final marcado por el general Petraeus, que es el valle de Murghab”. Por una,, una compañía de la Bandera de maniobra y la AECID trabajan en terminar la ruta Lithum, de la que faltan por ejecutar 60 kilómetros, aunque ya hay dos empresas contratadas para iniciar las obras. Por otra parte, España colabora con EEUU con una compañía desplegada en la FOB (base  operativa avanzada) de Ricketts en Muqur, punto clave para dar comienzo a las obras de la Ring Road. Como colofón una declaración de un responsable militar

“El enemigo al que se enfrenta España en esta progresiva ascensión al norte de Badghis “domina el terreno es profundamente belicoso y no tiene miedo”, en palabras del teniente coronel, Juan José Castellanos, jefe del batallón de maniobra. Responsables de inteligencia matizan que “se trata de una insurgencia poco ideológica, que se mueve más por motivos económicos”

No os olvidéis tampoco del video de Ayestarán en el que explica una de las operaciones psicológicas de las tropas españolas para ganarse los “corazones” locales.

El reportaje de Bernabé (¡qué haríamos sin ella, la única periodista española permanente en Kabul!) nos revela que los guardias civiles no están sólo desplegados en Qala-i-Now y Herat, como ya sabíamos hasta ahora, sino en el mismo corazón de Kabul y dirigiendo una misión de máxima importancia (Ahora comprendemos mejor los encendidos elogios del secretario general de la OTAN; Anders Fogh Rasmussen). Son los responsables del cinturón de seguridad establecido alrededor de Kabul para evitar más atentados de los talibán. El operativo, encuadrado dentro de la misión de policía de la UE (EUPOL), está al mando del sargento primero de la Guardia Civil Rubén B.G., quien coordina toda la inspección desde hace un mes de los 25 controles de policía que existen en la capital. Pronto será sustituido por un oficial de Policía también español, Borja P.S., y el sargento primero de la Guardia Civil pasará a ser entonces el segundo del llamado Proyecto de la Policía de Kabul, que incluye la formación y entrenamiento de los agentes locales de la ciudad. Cuenta que no pueden permanecer más de 15 minutos en un mismo control por razones de seguridad y algunos tienen que hacerlo a medianoche y no es aconsejable ir a plena luz del día.

“Muchas veces los policías no entienden que lo importante no es la cantidad de vehículos que registran, sino la calidad”.

Pedraz ordena la captura de los tres militares de EEUU acusados de asesinar a Couso por presunto delito contra la comunidad internacional

El juez Pedraz ha ordenado busca y captura e ingreso en prisión para los tres militares estadounidenses sospechosos de la muerte de José Couso, y ha pedido autorización para viajar a Irak entre octubre y noviembre para hacer una inspección ocular de lugares de los hechos. La decisión es muy importante para la libertad de la cobertura de conflictos y para la protección futura de los corresponsales de guerra.

El Tribunal Supremo (TS) ordenó este mismo mes a la Audiencia Nacional que reabriera la investigación por la muerte en Irak en 2003 del cámara de Telecinco José Couso, al estimar el recurso presentado por su familia contra el archivo de la causa.

El TS establece que la estrategia bélica denominada «de impacto y terror» sobre personas protegidas en caso de conflicto armado «es penalmente imputable a quien tenga dominio sobre la dirección específica de las operaciones bélicas».

No era la primera vez que se obligaba a la Audiencia Nacional a reabrir el caso. En diciembre de 2006, el Supremo anuló un primer archivo de la causa rechazando que el fallecimiento pudiera incardinarse en «un acto de guerra». La causa se cerró después de que se revocara el procesamiento del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip Camp, acusados indiciariamente de provocar la muerte de Couso al efectuar un disparo desde un carro de combate.

Además, comunican su «disposición para viajar a Irak» entre los meses de octubre y noviembre acompañando a Pedraz. Ésta es la intención que manifiestan los testigos: «Indicar ‘in situ’ cómo ocurrieron los hechos, mostrar cómo el tanque estadounidense que disparó contra el hotel Palestina podía ver, desde su ubicación, con unos simples prismáticos, el cartel identificativo del edificio, en el que se podía leer claramente: HOTEL PALESTINE; mostrar cómo los ocupantes del tanque estadounidense que nos atacó podía ver los balcones del hotel, donde estábamos muchos periodistas claramente identificados con chalecos antibalas con la palabra PRESS bien destacada». Puede descargarse el auto completo sobre caso: AutoCouso.Junio2010.

Las fotos de Centelles, el mejor fotoperiodista español durante la Guerra Civil, se exponen en Valladolid

Estoy trabajando en un línea de investigación – ¡veremos cuando sale a la luz!- sobre la historia de los fotoperiodistas de guerra españoles que recupere su contribución y su gran trabajo con nombres y apellidos. Quizá el  capítulo más importante lo dedique a Agustín Centelles (1990-1985), a pesar de ser de los más nombres más conocidos.  Durante la guerra civil trabajó para el Comisario de Propaganda de la Generalitat de Cataluña, encargándose del Archivo del ejército de Cataluña en Barcelona, pero simultáneo este cometido con el de fotógrafo de prensa. No se pude olvidar que sus fotografías sobre los bombardeos sobre Barcelona, la conquista de Teruel y la batalla de Belchite o el campo de concentración francés de Bram fueron un excelente documento periodístico y se encuentran entre las mejores de la contienda. A este fotógrafo catalán le corresponden imágenes icónicas de la Guerra Civil que se encuentran en el imaginario colectivo de todos, como la instantánea de título «Mater dolorosa», en la que una mujer llora con su marido muerto al lado o esa otra en la que el guardia de asalto Mariano Vitini y sus compañeros aparecen parapetados tras un grupo de caballos muertos. De esta manera, Centelles retrató a través de su cámara Leica el dolor y el desgarro de la guerra, siempre teniendo en cuenta que «lo fácil era mostrar lo evidente». Ahora se pueden ver sede nuevo en la sala de exposiciones de San Benito de Valladolid hasta el 29 de agosto lo más importante de su legado fotográfico que el propio Centelles se llevó al exilio en una maleta repleta de 9.000  negativos y que dejó guardados en Carcasona (Francia) en casa de un amigo. A ellas pertenece las fotografías expuestas por primera vez y que, años más tarde, tras la muerte de Franco, regresó a Francia para recuperarlas y comenzó a difundir su obra. Sus hijos, Sergi y Octavi, decidieron continuarla y hallaron en 2008 una caja de galletas en el antiguo estudio fotográfico de su padre ya fallecido, negativos de 800 imágenes. Su próxima meta es llegar al MoMA de Nueva York. Razones no les faltan. Su hijo Sergi alabó la figura de su padre diciendo que «hay quien le llama el Capa español o catalán, y yo pienso que si la vida de mi padre hubiera sido siempre como cuando empezó, hoy en día, el señor Capa sería el Centelles americano». Para una crítica de la exposición puede consultarse este artículo.

Dónde: Sala Municipal de Exposiciones de San Benito de Valladolid

Cuándo: Hasta el 29 de agosto. De martes a domingos de 12:00 a 14:00 y de 10:30 a 21:30 horas. Lunes cerrado.

Entrada: Libre

Un nuevo libro analiza la labor periodística de Sofía Casanova, primera corresponsal española en el extranjero

El doctor Antón Pazos, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),  presentó recientemente en Santiago de Compostela un libro colectivo que analiza el trabajo periodístico de Sofía Casanova, la primera corresponsal española en el extranjero y figura relativamente poco conocida y poco estudiada. La obra, titulada  Vida e tempo de Sofía Casanova, dibuja la figura de una adelantada a su tiempo, que no se resignó a mantenerse a la sombra de su marido -el diplomático polaco Vicente Lutoslawski-, junto con el que vivió algunos de los sucesos más relevantes de principios del siglo XX, y se convirtió en cronista de la lucha sufragista en Inglaterra, de la formación del partido bolchevique en la Rusia zarista, y de las dos guerras mundiales. «Sofía tomaba partido en cualquier situación y eso desconcertaba a todos los hombres de su alrededor», explica Pazos, según publicó El País. Sus opiniones fueron muy controvertidas, porque Casanova no se casó con nadie en aquella época convulsa. Ni siquiera con ABC -el periódico en el que trabajó como corresponsal durante más de 30 años-, que vetó su punto de vista acerca del bando fascista en la Segunda Guerra Mundial. Esta decisión editorial de Luca de Tena decepcionó profundamente a la autora gallega, que no quiso plegarse a sus exigencias y, con 80 años, decidió dar libertad a su pluma para contar por su cuenta el «martirio» de Polonia a carboncillo. Otra información sobre el libro la publicó el Diario La Opinión.

Ponencias incluidas en el libro

En el primer capítulo, Antón Pazos hace una aproximación a la antropología de Sofía Casanova. Pazos refleja la actuación de esta periodista en el marco de acontecimientos históricos como la revolución rusa, la I y II Guerra Mundial o la  Guerra civil española. Además, repasa su historia más personal, desde su nacimiento en A Coruña en 1861, hasta su paso por Madrid o su boda con un intelectual polaco, lo que la llevaría a viajar y vivir en países como Rusia, Inglaterra y Polonia. Además, Pazos reflexiona sobre algunos rasgos casanovianos que pueden servir para entenderla y que están presentes en sus artículos, tales como su feminismo racional, su posición a favor de los judíos, su universalismo o antitotalitarismo.

Grzegork Bak, de la Universidad de Complutense de Madrid, hace un repaso en “La atormentada Polonia de Sofía Casanova” por los principales acontecimientos históricos que vivió Casanova en el país donde vivió tras su boda y en el que falleció en 1958.  Ella fue testigo y protagonista de un período clave de la historia de Polonia: la rebelión obrera, la recuperación de la independencia del país, la I y II Guerra Mundial, la Guerra Polaco-Soviética… acontecimientos de los que dejó constancia como escritora y periodista.

Kirsty Hooper, de la Universidad de Liverpool, reflexiona en el libro sobre “Sofía Casanova e o apagamento da muller intelectual no século XX español”, capítulo en el que retrata la difícil situación institucional de las intelectuales como Casanova a principios del siglo XX y en el que pone ejemplos tanto en España como en Galicia. Además, aborda la cuestión de cómo recuperar y estudiar la cultura femenina finisecular.

Olga Osorio colabora en el libro con una desconocida visión de la labor como periodista de Casanova. Si a principios del siglo pasado sus crónicas en los principales periódicos madrileños, especialmente en el diario ABC, eran objeto de interés, cabe señalar también que ella fue una de las primeras cronistas de guerra españolas y que llegó a entrevistar a Trotsky. Osorio repasa además en este capítulo el papel de la mujer en el periodismo y los inicios de Casanova en la profesión.

La poetisa y escritora Carmen Blanco ofrece en esta obra una similitud entre Casanova y Emma Goldman, pues ambas vivieron en Rusia durante la revolución de 1917 y fueron cronistas de dichos acontecimientos. Hay otros paralelismos entre las dos: fueron mujeres de una misma época y dos mundos muy distintos; manifestaron abiertamente su beligerancia; compartieron una independencia de criterio intelectual y una apertura al universalismo.

Mª del Carmen Martínez, autora de la biografía “Sofía Casanova, Mito y literatura” y premio Pérez Lugrín 2007 por un artículo sobre la escritora, aporta un trabajo en el que se recoge la vida íntima e intelectual de Casanova a través de su correspondencia con su amiga Blanca de los Ríos. Estas cartas se enmarcan en un período de la vida de Casanova que va desde su boda en 1887 y que se cierra en los primeros años del siglo XX.

Datos del Libro:

Pazos, Antón M., Vida e tempo de Sofía Casanova (1861-1958), Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ISBN: 9788400091309,Serie: Cuadernos de Estudios Gallegos. Monografías,Nº Edición: 1, 2010, Pág.188. Precio: 25 euros.

Puede conseguirse en la página de la UNE.

La FAPE organiza en la UIMP un seminario sobre los conflictos olvidados y los medios

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reunirá a una docena de periodistas de dilatada experiencia, nacional e internacional, en el seminario De la primera plana a un rincón de la memoria, Los conflictos olvidados y los medios, que se celebrará del 19 al 23 de julio próximos en el Palacio de la Magdalena, sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, informa Periodistas-es.org. La sesión inaugural, el lunes 19, correrá a cargo de la presidenta de la Federación, Elsa González Díaz, quien estará acompañada de la presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria, María Ángeles Samperio, y de la directora del curso y presidenta de la Asociación Vasca de Periodistas, Lucía Martínez Odriozola. El panel de participantes está compuesto por los periodistas Gervasio Sánchez (fotoperiodista, Premio Nacional de Fotografía 2009), Enrique Meneses (fotoperiodista corresponsal en Cuba, Oriente Medio e India), Javier Darío Restrepo (maestro en Ética y Deontología Periodística de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), Mónica Bernabé (periodista permanente en Afganistán y Premio Julio Anguita Parrado de Periodismo), Rosa María Calaf (ex corresponsal de TVE), Fran Sevilla (corresponsal de RNE en América Latina), Evaristo Canete (ex camarógrafo de TVE, especializado en conflictos bélicos y desastres), Iñigo Domínguez (corresponsal del diario El Correo en Roma) y los documentalistas David Muñoz (autor del documental Flores de Ruanda) y Gilbert Ndahayo (documentalista y superviviente del genocidio ruandés).

Sierra Leona. Guerra y Paz’

El fotoperiodista Gervasio Sánchez inaugura, como parte del programa de este curso, la exposición Sierra Leona.Guerra y Paz, que permanecerá abierta al público del 19 de julio al 14 de agosto en el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (c/Magallanes, 30). El Premio Nacional de Fotografía 2009 ofrecerá una rueda de prensa a las 13:00 horas del lunes 19 de julio en la sede del Palacio de la Magdalena, que servirá de antesala a la ceremonia de entrega del galardón, que presidirán Sus Majestades los Reyes, el martes 20 en Bilbao.

Ética del recuerdo, para periodistas’

El periodista colombiano Javier Darío Restrepo, maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) que preside el Premio Nobel Gabriel García Márquez, será el encargado de dictar la conferencia de clausura del curso: Ética del recuerdo, para periodistas. Javier Darío Restrepo es el máximo referente en ética y deontología periodística en español.

El curso podrá seguirse en directo a través del canal 1 de TV UIMP. Si quieres bajate el programa Program del acurso.

El Supremo ordena por segunda vez reabrir la investigación judicial de la muerte de Couso en Irak

El Tribunal Supremo ha ordenado a la Audiencia Nacional que reabra la investigación judicial sobre la muerte en Irak en 2003 del operador de cámara de Telecinco José Couso. Los magistrados han estimado así el recurso presentado por su familia contra el archivo de la causa decretado por la Sala de lo Penal de la Audiencia en octubre de 2009. El fallo adelantado por el Supremo tras deliberaciones a puerta cerrada anula por segunda vez el archivo de la causa; ya en diciembre de 2006 rechazó que la muerte del periodista pudiera incardinarse en «un acto de guerra«. El auto de Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de 23 de octubre de 2009 confirmó la conclusión del sumario como consecuencia de haber acordado, unos meses antes, la revocación del procesamiento del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip Camp, acusados según los indicios de provocar la muerte del cámara de Telecinco. El instructor de la causa en la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, acusaba a los tres norteamericanos de la comisión de delitos de homicidio y contra la comunidad internacional, pero la Sala concluyó que la investigación no había logrado obtener datos relevantes que permitieran seguir con la tramitación del procedimiento, por lo que decretó la conclusión del sumario y el sobreseimiento provisional del asunto. Mike Ayestaran visitó la habitación de Couso en mayo de este año y dejó escrita esta crónica. Para seguir el asunto podéis consultar la página de la familia:http://www.josecouso.info/